Guía turística a Kauna, Litaunia

Lituania probablemente es el país más desconocido entre los países bálticos. Sus vecinos, cuyas culturas se parecen mucho a la de Lituania, son países más populares entre los turistas.

Una explicación podría ser el hecho de que las capitales de Estonia y Letonia están situadas en la costa mientras Vilna, la capital de Lituania, está situada al borde de la frontera bielorrusa. Me atraía más ir a Lituania, que era más un territorio desconocido en comparación con sus vecinos, que son destinos populares entre los suecos.

Quería saber cómo era un país que es miembro de la Unión Europea y que es, por un lado, una joven democracia que se ha transformado a una sociedad moderna y que, por otro lado, todavía tenía que luchar contra la pobreza que todavía afecta a una gran parte de la población. También había leído de la implantación de la ley contra “homopropaganda” que habían introducido hace más o menos 5 años. La influencia católica que estaba vinculada con la ley y la homofobia aceptada entre los ciudadanos también era una cuestión que me parecía interesante.

Toda esta información despertó mi interés por este país báltico. Cuando vi una oferta por internet de que podría ir al país por aproximadamente 20 euros, ida y vuelta, simplemente me pregunté; ¿por qué no?

Semanas después aterricé en el aeropuerto de Kauna, la segunda ciudad de Lituania. Cuando entré en la sala de llegadas, tuve la sensación de que me había trasladado en el tiempo, quizás a los años sesenta. El interior del aeropuerto simple, el marcador de las llegadas antiguo y la naturaleza fuera del edificio que se parecía a la de Suecia; todo esto me impactó mucho. Las combinaciones entre todos estos sentimientos que me golpearon, me provocó a la vez, una emoción de temor y fascinación. Mi corazón empezó a latir con una frecuencia más alta y estaba vivo. 

Como Lituania todavía es un país relativamente pobre, los precios son muy favorables para el turista. Te permite disfrutar de tener la posibilidad, de por fin, en tus vacaciones, ir a los mejores restaurantes sin que te cueste un riñón. No vayas a los restaurantes occidentales donde la comida se parece a la comida de tu país materno. Siempre es más interesante probar la comida de la región en la que estás, ¿no? Uno de los lugares mas populares para comer y beber en Kaunas está en los alrededores del barrio antiguo de Senamiestis. “Miesto Sodas” es considerado uno de los restaurantes mejores de la ciudad. Es una alternativa que puedo recomendar. Los camareros llevaban trajes tradicionales y había un ambiente muy hospitalario. La comida se parecía a la comida tradicional de Suecia. Sirvieron comida del campo; simple, saciante y rica . Una parte del plato consistió en carbohidratos, otra carne y otra verduras. Era el tipo de comida que supongo que mis antepasados comían cada día después de trabajar en la granja todo el día hasta tarde, “el modelo del plato” en la granja todo el día hasta tarde.

Sólo estuve en Kaunas durante algunos días. Sin embargo, estos días fueron suficientes para hacerme una pequeña idea de la ciudad y orientarme bien. Aunque es la segunda ciudad del país, es pequeña y compacta. En poco tiempo podía orientarme sin dificultades en los barrios más céntricos.

 

Caminando por el centro de la ciudad vi edificios y esculturas modernas. El paseo Laives Aleja es un ejemplo de ello. Es la principal calle comercial de la ciudad. Es un paseo impresionante lleno de influencias occidentales como restaurantes de comida rápida. A un tiro de piedra te encuentras con el barrio antiguo de Senamiestis con arquitectura similar a cualquier barrio antiguo en Europa. No fue una experiencia extraordinaria caminar por sus calles sino una experiencia muy agradable. Cuando me alejé del centro me encontré con otra, nueva sensación; con la que completé mi imagen de la ciudad. Vi casas viejas agrietadas, muros derruidos, fachadas descoloridas y muchos años de historia, y con la impresión de estar ante los restos de un pasado soviético del que el país parece querer escapar. Más tarde me encontré aún más con la impronta histórica que siempre parecía presente y que había formado este lugar.
Si por un instante dejas a un lado la ruta convencional turística, vas a quedarte con una visión más integral.

 

Visité la iglesia “Prisikėlimo bažnyčia”, la iglesia de la resurrección de Jesús, un sitio marcado por la historia.
La idea de construir la iglesia surgió en 1918. La iglesia llegaría a ser un homenaje al Señor para expresar el sentimiento de gratitud que se sentía después de que el país había conseguido su independencia.
Por las expensas elevadas, el diseño final no fue aprobado sino hasta en 1933. Cuando se había alcanzado el punto en que la obra casi estaba finalizada, la Segunda Guerra Mundial estalló. Durante la ocupación de los nazis, las autoridades usó la iglesia como un almacén. Después de la guerra y al comienzo de otra ocupación, esta vez de la Union Soviética, el gobierno confiscó la iglesia. Stalin mandó que se transformara la iglesia en una fábrica de radio. Después del despertar nacional en 1988 y poco después, con la liberación de la opresión soviética con el proceso de independencia, se podía empezar el trabajo de finalizar la construcción. En 2004 se había acabado las últimas restauraciones de la iglesia.

 

Antes de irte a Kauna o a otra parte del país sería aconsejable que leas textos sobre la historia del país así que puedes percibir y asimilar lo que encuentres y captar el momento. Si te interesa más la historia, hay un museo de la historia del país enfocado en las guerras que han sufrido. El museo se llama “Vytauto Didžiojo karo muziejus” que se puede traducir a “Vytautas el gran museo de guerras”. La entrada costó entre 50 céntimos y 1 euro si no recuerdo mal. Fuera del museo hay un monumento en conmemoración a las víctimas de la resistencia durante la ocupación soviética.

 

 Si te interesa el arte, hay varias exposiciones temporales en la ciudad. Cuando estuve en Kauna fui a una exposición que estaba dentro de la torre del castillo de la ciudad. Había esculturas y pinturas del famoso equipo de baloncesto del país; el Zalguiris Kaunas, que parece ser una institución en Europa, por lo que mis amigos deportistas después me han contado. Otra exposición que visité fue la del museo del diablo. La exposición cuenta como se ha interpretado el papel del diablo de acuerdo a historias específicas,desde el pasado hasta hoy, tanto en Lituania como en el resto del mundo. En el museo reside la colección más grande de objetos vinculados con el culto al diablo.

 

Kauna es una ciudad para perderse en el ambiente del pasado y lo moderno, para embeberse, comerse, las impresiones que te induce.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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